Cuadro en acuarela de una vista de las marismas de Santoña.

Un cuadro de una vista panorámica de las marismas de Santoña.

Un humedal desde el que se pueden contemplar paisajes marinos como el que presento aquí que he pintado en acuarela en un formato de un tamaño bastante considerable de casi un metro de ancho.

Se trata de un cuadro en el que la luz de la tarde es protagonista de esta escena en la que los montes del fondo quedan a contraluz creando un ambiente realmente bonito para pintar y poder capturar esa luz del momento.

El cielo se refleja sobre el agua quedando en sombra la mitad del cuadro y este efecto hace que la parte del perfil de las montañas adquiera mayor luminosidad ya que en cualquier cuadro la sombra siempre es fundamental para que el resto del cuadro tenga luz.

Realizado con multitud de pequeñas y finas pinceladas todo el cuadro se compone de distintas pinceladas en varias direcciones que conforman el cuadro. El tono es importante y los valores de color también para recrear los reflejos en el mar y los claros en el cielo.

La luz o mejor dicho la sombra parece ir ganando terreno a la luz en este cuadro de un atardecer desde la zona izquierda avanzando hasta la derecha.

Por otro lado algunas embarcaciones permaneces fondeadas en mitad de la composición lo que hace que el paisaje adquiera mayo realismo al acercarnos a una escena comúnmente vista.

El cielo se refleja sobre el agua tranquila que se asemeja a un espejo donde todas las tonalidades suaves y claras se muestran.